Ojos Negros, piel canela

Ojos Negros, piel canela
Sólo las máximas breves son capaces de hacerte despertar y ver las cosas desde otra perspectiva, sólo los pequeños tesoros nos conmueven, sólo necesito esa noche aquel: “Sé feliz”más sincero que había escuchado, para entender que era lo único que merecía la pena ser en esta vida.

martes, 11 de mayo de 2010

...A golpe de vista

Cuando podrías contar millones de cosas y todas te parecen tan superficiales que rellenas miles de hojas que acaban en la basura, te das cuenta de que no hay nada peor que convertir un placer en algo que te suponga algún tipo de presión añadida, por suerte, escribir no lo es todavía para mi.
Abran su caja de prejuicios y les propongo un juego, pongánse a juzgar sin conocer, a opinar de la gente que vemos sin ver nada más que eso, lo que son ante un espejo, pongáse a destripar a la mujer de en frente por su hortera camisa, o al chico de al lado por su mal gusto al combinar, suena despiadado y cruel ¿verdad? Creánme no lo es tanto, si nuestro mundo se mueve por prejuicios, y nosotros siempre hemos sido participes de ellos.
Cuantas veces no hemos puesto etiquetas, hemos prejuzgado a alguien que nos ha acabado sorprendiendo, cuantas veces no hemos mirado con cara asustada a alguien distinto o hemos sentido pereza de conocer a alguien simplemente por la superficialidad de una mirada o una idea, eso es de lo que yo hablo, de que elegimos y escogemos a las personas a golpe de vistazo, y eso dicho sin reparos, nos parece incluso de una vulgaridad inaceptable.
Asusta pensar cuantas cosas se escapan a nuestro control, incluso los prejuicios son una manera más de rebelión a la perfección de mirar y no sentir ni frío ni calor por el de enfrente. Controlamos, o lo intentamos al menos, el instinto de poner en tela de juicio al resto, sostenemos un segundo la mirada y el mundo y sus personas nos parecen más asequibles, más humanas, más de andar por casa, y es entonces, cuando nos creemos con el suficiente poder para prejuzgar, cuando el mundo se desnuda a nuestros ojos solo nos queda escoger árbol al que juntarnos, sólo queda tirar de instinto de supervivencia y deborar al resto.
Por eso hoy reivindico la diferencia, lo póliticamente incorrecto, es verdad que somos jueces de calle de los de usar y tirar, es verdad que construimos fachadas y nos escondemos detrás de ellas como si estas pudiesen protegernos, pero los puentes también son posibles y las fachadas, al final, se acaban cayendo por su propio peso.Así que ahora volvamos a jugar a mi juego, tu mirás a la izquierda y yo a mi derecha, y nos miramos a los ojos y nos encontramos una vez más, pero nos vemos diferente, como si nunca hubiesemos sabido de prejuicios, como dos niños que no saben de etiquetas ni clasismos, como si tu y yo sólo fuésemos capaces de apreciar lo mejor de cada uno, rompamos filas por una vez, y escarbemos a fondo, convezcámonos señores de que el mundo, no sólo baila con máscaras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario