Ojos Negros, piel canela

Ojos Negros, piel canela
Sólo las máximas breves son capaces de hacerte despertar y ver las cosas desde otra perspectiva, sólo los pequeños tesoros nos conmueven, sólo necesito esa noche aquel: “Sé feliz”más sincero que había escuchado, para entender que era lo único que merecía la pena ser en esta vida.

martes, 7 de junio de 2011

Volver.

Quien busca y no encuentra, definitivamente buscó mal.
Es decir, me busqué mal, lo busqué mal, es bueno admitir errores.
Pensé y creí que mi vida lejos de las letras compartidas, desgarradas de sentimientos, sería más feliz, al menos más ignorante.
Equivoque rumbó y pido perdón, huir no es nunca una opción.
Huir, para volver a encontrar el silencio mundanal de aquellos que avanzan y recorren solos trechos vacios, llenos de nada, sin saber si su camino tuvo algún sentido.
Estuve perdida, me encontré. Tuve que buscar entre las cenizas y recordar la esencia y la ciencia que me hacen ser yo y no otra, tuve que renacer, y eso señores me llevó tiempo y esfuerzo.
Es un proceso ardúo un renacimiento como tal. Cuando uno huye de algo, es porque evita cruzarse de frente con sus miedos y limitaciones, les mira a la cara y les deja crecer, recorre su vida pensando que sería un error reconocer que uno también es mortal e invencible, uno se cree poderoso y se va alimentando de sus propias mentiras, uno se hunde y mira a sus miedos ya desde abajo, como si fuesen gigantes.
Por suerte, renacer es un ciclo que también implica salir lo suficientemente reforzada como para entender, que el tiempo esta ahí para devolverte la jugada, y que ni siquiera en la ignorancia la vida es perfecta.
Por eso ahora, a la luz de mis nuevas metas, creo en el fondo, que he perdido algo en el proceso, que me cuesta escribir por que por un tiempo viví convencida que era eso, con lo que era feliz, lo que me estaba destruyendo.
Cuando no protegemos nuestra alma, la abrimos y exponemos simplemente, corremos un riesgo brutal de que el daño al urgar en ella sea mayor, dicen que el que arriesga mucho pierde más, pero el que no arriesga amigos, no tiene nada que perder ni que ganar.
Prometo una vuelta al vicio con ganas renovadas, aún así permitidme que aún ande de puntillas, a pasos torpes, recuperando y remendando heridas, acostumbrándome a reestablecer el rumbo de mi vida hacia alguna parte. Ya me costó encauzar la real, dejarme que encaje mi alma.
Prometo volver amigos para buscar consuelo, pero sobretodo prometo volver y ser feliz con ello.

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